Add parallel Print Page Options

ellos derramaron la sangre de santos y de profetas,
    y tú les has dado a beber sangre, como se merecen».

Oí también que el altar respondía:

«Así es, Señor Dios Todopoderoso,
    verdaderos y justos son tus juicios».

El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual se le permitió quemar con fuego a la gente.

Read full chapter